Cada año, millones de personas necesitan transfusiones de sangre, ya sea por causa de una enfermedad, porque han sufrido un accidente, o por complicaciones en una cirugía, entre otras.

Un adulto sano entre los 18 a 65 años, puede donar, en promedio, medio litro de sangre sin que esto signifique un riesgo para su salud, pues este es un proceso seguro en el que se utilizan equipos estériles y desechable con cada donante.

Debemos saber que luego de haber donado sangre, nuestro cuerpo empieza a reponer lo que se ha perdido, como los glóbulos rojos y los líquidos, sin embargo, alrededor de esta práctica existen mitos que cohíben a las personas de donar, por eso aprovecharemos esta ocasión para desmentirlos.

Mito 1: los tatuajes

¡Esto es falso! Ni los tatuajes ni los piercings son un impedimento para donar sangre, solo hay que tener en cuenta que hayan pasado seis meses desde que se los realizaron para poder contribuir a los bancos de sangre.

Mito 2: donar sangre engorda o me baja de peso

Nada de eso. Donar es un acto solidario y también es una forma de hacerse un chequeo de rutina. Los cambios en el peso están relacionados a comorbilidades, desorden hormonal o hábitos alimenticios.

Mito 3: soy hipertenso y diabético

Antes de realizar el proceso, a todos los donantes se les mide la tensión, la hemoglobina y la glucometría. Las personas con hipertensión pueden donar sangre siempre que tengan su presión normal al momento de la donación. Quedan excluidas las personas que sean insulinodependientes.

Mito 4: “ya desayuné”

¡Mejor aún! No es recomendable donar sangre con el estómago vacío; a diferencia de los análisis de sangre, no tiene que hacerse en ayunas.

Mito 5: menstruación

Este no es un factor excluyente para la donación de sangre. Las mujeres pueden donar durante su ciclo menstrual siempre que tengan la hemoglobina en un rango apto, mayor de 11.5 gr/dl.

Mito 6: solo se puede donar sangre una vez al año

Los hombres pueden donar máximo 4 veces en un año, con un intervalo de 60 días y las mujeres pueden donar máximo 3 veces en un año con un intervalo de 90 días.

Actualmente, no existe un elemento que sustituya la sangre humana, por lo cual, esta acción altruista permite que la esperanza de vida de muchas personas aumente.